Un objeto de tres dimensiones no se puede representar completo en un espacio que solamente tiene dos dimensiones.
En la cara de una hoja de papel, las figuras representadas solo pueden tener dos dimensiones: longitud y altura, pero no anchura.
En un soporte bidimensional se puede representar esa sensación de volumen, las tres dimensiones de los objetos reales, con diferentes recursos como la gradación de valores de luz o eligiendo el punto de vista adecuado.
El claroscuro consiste en emplear varios grados progresivos de luminosidad, de claros a oscuros, para representar el volumen en un espacio de dos dimensiones.
Cuando se trata de superficies curvas, el claroscuro es un recurso idóneo para reflejar el volumen.
Pero cuando se trata de representar objetos con caras mas o menos diferenciadas como cajas, edificios, coches, libros,... es necesario elegir un punto de vista desde el que se perciban claramente sus tres dimensiones. Entonces recurrimos a los diferentes tipos de perspectivas.
Los recursos básicos para conseguir la perspectiva son : la variación de tamaños, la superposición y colocando abajo lo que está cerca y mas alto lo que está mas lejos.
Un tipo de perspectiva es la perspectiva cónica que consiste en que la líneas paralelas que van de mas cerca a mas lejos,convergen en un punto de fuga, lo que crea ilusión de profundidad. La perspectiva cónica es muy utilizada en arquitectura y decoración para representar edificios y grandes volúmenes. Es muy similar a la imagen que observamos al mirar con un solo ojo.
La perspectiva caballera es otro sistema geométrico en el que algunas dimensiones del objeto sufren deformidades.
